Lo heredé de mi Padre,
él lo heredó del suyo,
y yo te lo entregué hijo
al nacer limpio y puro.
Vivirás con el por siempre
y por ello su valor es muy grande,
por que no puede comprarse
ni reemplazarse.
Evita ser violento,
ello lo empaña de momento
y por tu honor,
debes honrarlo y preservarlo.
Si en el azar de la vida,
llegaras a mancharlo;
!rectifica hijo mio,
no dudes en limpiarlo!
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